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domingo, 24 de marzo de 2013

LA IMPORTANCIA DEL AGUA


El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua de consumo y uso humano, y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
En la Conferencia de 1992 de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), se recomendó el establecimiento de un día internacional destinado al agua. La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua, celebrándose por primera vez el 22 de marzo de 1993.
Cada año, en el Día Mundial del Agua se destaca un aspecto específico relacionado con el consumo y uso del agua: agua y salud, agua para las ciudades, etc., y este año el lema elegido Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua, tiene gran significado para la seguridad, la lucha contra la pobreza, la justicia social y la igualdad de género.

La buena gestión y la cooperación entre los diferentes grupos de usuarios promueven el acceso al agua, la lucha contra su escasez y contribuyen a la reducción de la pobreza. La cooperación permite un uso más eficiente y sostenible de los recursos hídricos y se traduce en beneficios mutuos y mejores condiciones de vida. También es fundamental para la preservación de los recursos hídricos, la protección del medio ambiente y puede contribuir a superar tensiones culturales, políticas, sociales y establecer la confianza entre las personas, las comunidades, las regiones o los países.

El agua es uno de los elementos naturales que se encuentra en mayor cantidad en el planeta Tierra. Además, podemos agregar que el agua es uno de esos elementos que más directamente tienen que ver con la posibilidad del desarrollo de distintas formas de vida. Del mismo modo que sucede con el oxígeno, el agua es esencial para que tanto los vegetales como los animales, el ser humano y todas las formas de vida conocidas puedan existir. Es importante tener en cuenta que los organismos de todos los seres vivos están compuestos en una alta proporción por agua, siendo que esta es la que compone los músculos, órganos y los diferentes tejidos. Así, el agua se vuelve un elemento de suma importancia para la existencia de la vida.

¿Qué es el Agua?
El agua es un componente de nuestra naturaleza que ha estado presente en la Tierra desde hace más de 3.000 millones de años, ocupando tres cuartas partes de la superficie del planeta. Su naturaleza se compone de tres átomos, dos de oxígeno que unidos entre si forman una molécula de agua, H2O, la unidad mínima en que ésta se puede encontrar. La forma en que estas moléculas se unen entre sí determinará la forma en que encontramos el agua en nuestro entorno; como líquidos, en lluvias, ríos, océanos, etc., como sólidos en témpanos y nieves o como gas en las nubes.
Gran parte del agua de nuestro planeta, alrededor del 98%, corresponde a agua salada que se encuentra en mares y océanos, el agua dulce que poseemos en el 69 por ciento corresponde a agua atrapada en glaciares y nieves eternas, el 30 por ciento está constituida por aguas subterráneas y una cantidad no superior al 0,7 por ciento se encuentra en forma de ríos y lagos que son y han sido nuestra principal fuente de agua para la vida y el desarrollo de la civilización, constituyen no más del 0.3 por ciento del agua dulce del planeta.
El agua asociada a los orígenes mismos de la vida, es imprescindible para la existencia de ella en el planeta. Todos los seres vivos, independiente del medio en que viven, aire, suelo, mares, lagos, etc., necesitan al menos de un mínimo de humedad. Por otra parte, tan importante como el disponer de las cantidades mínimas imprescindibles para la vida, está el requerimiento de una adecuada calidad del agua para desarrollar los procesos de reproducción y crecimiento inherentes a ella.
 Aunque el 70 por ciento de la superficie del mundo está cubierto por agua, solamente el 2.5 por ciento del agua disponible es dulce, mientras que el restante 97.5 por ciento es agua salada. Casi el 70 por ciento del agua dulce está congelado en los glaciares, y la mayor parte del resto se presenta como humedad en el suelo, o yace en profundas capas acuíferas subterráneas inaccesibles.
Menos del 1 por ciento de los recursos de agua dulce del mundo están disponibles para el consumo 17 por ciento más de agua para cultivar alimentos para las crecientes poblaciones de los países en desarrollo, y el consumo total del agua aumentará en un 40 por ciento. La tercera parte de los países en regiones con gran demanda de agua podrían enfrentar escasez severa de agua en éste siglo, y para el 2025, dos tercios de la población mundial probablemente vivan en países con escasez moderada o severa.


El tema del agua es sumamente importante para la vida y debemos cuidarla y crear conciencia para conservarla, hay datos y estadísticas importantes y que todos debemos conocer.
La cobertura de agua potable se incrementó hasta 87%, pero el mundo está lejos de cumplir la meta de 75% en servicios de saneamiento
A nivel global, la cobertura de instalaciones mejoradas de saneamiento apenas superó la marca de 60% en 2008 en comparación con 54% en 1990; más de 2.500 millones de personas aún carecen de acceso a servicios de saneamiento. La mitad de la población en regiones en desarrollo no cuenta con acceso a instalaciones mejoradas de saneamiento. En todas las regiones la cobertura en zonas rurales está rezagada en relación con la cobertura en las ciudades. De seguir avanzando al ritmo actual el mundo no cumplirá la meta, contenida en los ODM, de reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso a servicios mejorados de saneamiento. De hecho, de seguir avanzando al ritmo actual, no se logrará que 75% de la población mundial cuente con inodoros de desagüe y otras formas mejoradas de saneamiento antes del año 2049 (ONU, 2011b).
No obstante, la buena noticia es que, de seguir la tendencia actual, el mundo cumplirá o incluso superará en 2015 la meta ODM relativa al agua potable. Para entonces, casi 90% de la población en regiones en desarrollo, en comparación con 77% en 1990, contará con acceso a fuentes mejoradas de agua potable.

Las marismas de Mesopotamia, casi destruidas en la década de 1990, han sido parcialmente restauradas, pero aún se encuentran en riesgo

Las marismas de Mesopotamia constituyen el mayor ecosistema de humedales de Medio Oriente (Partow, 2001). Como consecuencia de la construcción de numerosas presas, desvíos de agua y plantas hidroeléctricas en los ríos Tigris y Éufrates a lo largo del siglo pasado, y el drenaje deliberado de las marismas por parte del gobierno iraquí a principios de la década de 1990, para el año 2000 los humedales estaban prácticamente destruidos (Aoki y Kugaprasatham, 2009). La recuperación hídrica a partir de 2003 ayudó a restaurar muchas de las funciones ecosistémicas en gran parte de los humedales (Richardson y Hussain, 2006). En 2008, las marismas orientales de Hawizeh fueron elegidas como primer sitio iraquí reconocido por la Convención de Ramsar relativa a los Humedales y actualmente se está trabajando en la inscripción de todas las marismas como sitio natural y cultural conforme a la Convención para el Patrimonio Mundial (Garsteck y Amr, 2011). Sin embargo, la recuperación de los ecosistemas se ha visto gravemente socavada por una grave sequía (2008-2010) y la ausencia de coordinación entre los desarrollos relacionados con el agua en la cuenca del Tigris y el Éufrates (Garsteck y Amr, 2011). La falta de un acuerdo para compartir los recursos hídricos entre los países ribereños y la posible disminución de flujo en el Éufrates constituyen  una amenaza grave para la supervivencia de los humedales.

Más datos interesantes:

•  Hay cerca 1,4 billones de kilómetros cúbicos de agua en la tierra, suficiente para cubrir a los Estados Unidos a una profundidad de 160 kilómetros.
•  La atmósfera sostiene cerca de 12.000 kilómetros cúbicos de agua a cualquier hora, mientras los ríos y los lagos de todo el mundo almacenan cerca de 120.000 kilómetros cúbicos. Los dos depósitos principales del mundo de agua fresca son la gran capa de hielo polar, que contiene cerca de 28 millones de kilómetros cúbicos y el subsuelo, que contiene cerca de 8 millones de kilómetros cúbicos.
•  La Antártica y Groenlandia cubren más de 17 millones de kilómetros cúbicos de la tierra con hielo, a un promedio de profundidad de 1,5 kilómetros. Si todo ese hielo se derritiera, el nivel del mar podría crecer en unos 80 metros.
•  En la era glacial, hace más de 22.000 años, había 20 millones más de kilómetros cúbicos de tierra firme cubiertos por hielo. Y como esa agua venía del mar, el nivel de éste era 120 metros más bajo.
•  Cada día cerca de 1.200 kilómetros cúbicos de agua se evaporan del océano, la tierra, las capas de hielo, etcétera. Mientras, una cantidad semejante de lluvia cae en la tierra.
•  Si no existiera evaporación, la atmósfera se secaría en 10 días. Y si no hubiera lluvia, el mar bajaría su nivel un metro cada año.
•  Cada día cerca de 100 kilómetros cúbicos de agua fluyen dentro de mares, provenientes de los ríos del mundo. El río Amazonas, el más largo del mundo, provee aproximadamente 15 por ciento de esa agua.
•  El Mar Muerto es el lago más profundo del mundo, 400 metros debajo del nivel del mar. El Caspio, el más largo, cubre un área de 370.998 kilómetros cúbicos. El lago Baikal (localizado en la región sur de Siberia, Rusia), es el más profundo de los lagos de agua fresca en el mundo, con un máximo de profundidad de 1.637 metros.
•  Midiendo 6.400 kilómetros desde la fuente hasta la boca del río Amazonas es el segundo río más largo del mundo. Desemboca en un territorio de más de 6 millones de kilómetros cuadrados. Se estima que descarga entre 34 millones y 121 millones de litros de agua por segundo y deposita un promedio diario de 3 millones de toneladas de sedimento cerca de su boca. Estos sedimentos son suficientes para alterar el color del Océano Atlántico a una distancia de 320 kilómetros de la boca del río.
•  El Amazonas entra al Atlántico a través de un ancho estuario, se estima que aproximadamente a 240 kilómetros de ancho. Aquí los depósitos de delta han formado un laberinto de islas que separan el río en ramas. La boca del principal arroyo es de 80 kilómetros de ancho. Este arroyo, conocido como Pará, está separado del más pequeño por la isla Marajó, cuya área es de más de 36.000 kilómetros cuadrados.
•  En el subsuelo, mientras más profundo sea, la presión cierra los poros de la tierra. Esto provoca que casi la totalidad del agua del subsuelo sea encontrada a una distancia de 8 kilómetros.
•  Existe una desigualdad en la distribución del agua sobre la tierra. Por ejemplo, la más grande disponibilidad de agua —170.000-180.000 metros cúbicos per cápita en 1995— está en las regiones de Canadá y Alaska y en Oceanía, mientras, en el mismo tiempo, las áreas densamente pobladas de Asia, Europa central y del sur, y África, poseen caídas de disponibilidad de agua de 1.200-5.000 metros cúbicos por año.
•  En el norte de África y en la península del árabe, es simplemente de 200-300 metros cúbicos por año: nótese que la disponibilidad de agua de 1.000 a 2.000 metros cúbicos año per cápita es muy bajo y se considera que menos de 1.000 metros cúbicos por año es catastrófico. Con tan bajos valores de disponibilidad de agua, aumentan los serios problemas para la población, el desarrollo industrial y agrícola.
•  No debemos olvidar que el agua dulce potable supone solamente el 0,008 por ciento del agua terrestre, lo que hace que en ocasiones su uso plantee complejos problemas.
•  Es de todos conocidos que el agua dulce está distribuida de forma muy irregular en la superficie terrestre. Los grandes depósitos naturales se encuentran en los glaciares de Groenlandia y la Antártica y en los Lagos de América del Norte o de Rusia. Las zonas húmedas tropicales contienen porcentajes elevados del total de la reserva mundial. El resto de las zonas terrestres se abastece como puede ya que a la carencia de agua se une la estacionalidad de la escorrentía.
•  La disponibilidad de agua potencial para la población de la Tierra está disminuyendo de 12.900 a 7.600 metros cúbicos por año por persona
•  En la actualidad, 76% de la población total tiene una disponibilidad de agua específica de menos de 5.000 m3 por año per cápita, con el 35% que está en la categoría de disponibilidad de agua muy baja o catastrófica. Esta situación se deteriorará más al inicio del próximo siglo: en 2025 la mayoría de la población de la Tierra estará viviendo bajo condiciones de bajo o catastróficamente bajo suministro de agua.
•  Los distintos pueblos, las diferentes civilizaciones, han dedicado múltiples esfuerzos a proveerse de agua en cantidad y calidad para su vida cotidiana y para sus economías.
En ocasiones le dedican un esfuerzo personal diario como sucede en ciertos países en donde la sequía es endémica; en otros lugares han construido ingenios técnicos y mecánicos para recoger un recurso que siempre ha sido considerado imprescindible.
•  El agua potable domiciliaria es una conquista reciente en muchos lugares. Hoy día nos parece un servicio irrenunciable pero, desgraciadamente, no lo es en muchos lugares del planeta.
En las áreas urbanas del tercer mundo 170 millones de personas carecen de agua limpia para satisfacer sus mínimas necesidades: beber, cocinar o lavarse; en las áreas rurales de estos países el panorama es más sombrío ya que alcanza a casi 885 millones.

La Escasez del Agua
 Las fuentes, los manantiales, las cuencas o cañadas están en acelerada vía de extinción, hay cambios de clima y de suelo, inundaciones, sequías y desertización. Pero es la acción humana la más drástica: ejerce una deforestación delirante, ignora los conocimientos tradicionales sobre todo de las comunidades indígenas locales, retira el agua de los ríos de diferentes maneras, entre otras con obras de ingeniería, represas y desvíos.

En la agenda política internacional el tema de la escasez del agua se ha vuelto prioritario, por ejemplo, el acceso al agua es un punto importante de los acuerdos de paz entre Israel y sus vecinos. Pero este aspecto no está confinado al Medio Oriente, puesto que el compartir ríos es un asunto de índole de seguridad nacional, precisamente por la importancia del agua para el desarrollo; actualmente cerca del 40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de ríos compartidos.


Y es que ante una situación de escasez del agua la amenaza se cierne sobre tres aspectos fundamentales del bienestar humano: la producción de alimentos, la salud y la estabilidad política y social. Esto se complica aún más si el recurso disponible se encuentra compartido, sin considerar el aspecto ecológico. 


Es por esto que, la gestión del recurso deberá tender a evitar situaciones conflictivas debidas a escasez, sobreexplotación y contaminación, mediante medidas preventivas que procuren un uso racional y de conservación. 


La conceptualización de la conservación del recurso agua debe entenderse como un proceso que cruza a varios sectores, por lo que la estrategia debe considerar todo: lo económico, lo social, lo biológico, lo político, etcétera. 


La calidad del agua es fundamental para los alimentos, la energía y la productividad. El manejo juicioso de este recurso es central para la estrategia del desarrollo sustentable, entendido éste como una gestión integral que busque el equilibrio entre crecimiento económico, equidad y sustentabilidad ambiental a través de un mecanismo regulador que es la participación social efectiva.


El agua es un recurso imprescindible pero escaso para la vida. Menos del 1% del agua del planeta es dulce y accesible para el hombre, aunque este porcentaje varía considerablemente según el lugar, el clima o la época del año. 

Fuentes:


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